El portavoz de EAJ-PNV ha remarcado que "lo principal es sacar la Ley adelante, que la Ley de Consulta sea aprobada". Ese es el objetivo del PNV y del tripartito. "Por eso, hemos presentado el Proyecto de Ley; para que se apruebe", ha añadido.



En una entrevista en Herri Irratia, ha incidido en que "lo verdaderamente grave sería que un gobernante -en este caso, José Luis Rodríguez Zapatero- valiéndose de una prerrogativa constitucional, el art. 161.2, promoviera una decisión del Consejo de Ministros del Gobierno español que intentara la suspensión de un acuerdo político". De esta manera respondía a una pregunta sobre las declaraciones de Iñigo Urkullu en torno a un posible acatamiento de la suspensión de la consulta.



"La pregunta es: ¿se atreverá un gobernante que se dice demócrata a suspender una decisión política, un proyecto de Ley que apruebe el Parlamento vasco, por el hecho de que él no esté de acuerdo, arguyendo eso de que esto no cabe en la legalidad, cuando sabe que el principio básico en la construcción de un sistema democrático es respetar lo que un Parlamento, legítima y democráticamente, pueda decidir?", ha subrayado.



Ante la aseveración del periodista de que todo apunta una impugnación ante el TC, el burukide jeltzale ha indicado que, en ese caso, "estaríamos ante gobernantes de escaso nivel democrático porque ¿en qué país democrático se ha visto que un político adelante que va a recurrir a la suspensión de una ley antes de que se apruebe y que diga que el Tribunal Constitucional va a ratificar la suspensión?". En este punto, ha puesto el ejemplo de Québec, donde nadie cuestionó que la ciudadanía pudiera ser consultada.



En referencia a la consulta, ha señalado que "supone un salto cualitativo en orden a alcanzar la paz y la normalización política", ya que "abre vías de trabajo para la resolución de estos dos grandes temas". Ha añadido que, partiendo de las bases recogidas en el Nuevo Estatuto Político, "se va a unas coordenadas que pueden ser más generales pero también son de mayor calado: dar la voz, la palabra y la decisión a la ciudadanía para trabajar sobre esa doble vía de paz y acuerdo político". En este sentido, ha remarcado que "el valor de la consulta, más allá de lo que pueda ser una práctica democrática, está en el compromiso y la implicación de la ciudadanía; y eso es lo que, al parecer, algunos no quieren permitir".



Preguntado sobre la posibilidad de un "plan B", ha sido tajante: "lo que no hay es plan de huida". "Vamos de cara y, con la fuerza que tenemos, exponemos, abiertamente, a la ciudadanía por dónde queremos caminar". "Lejos de trasladar el problema a la ciudadanía por incapacidad de la clase política, lo que queremos es resolver el problema político; creo que la ciudadanía ha entendido perfectamente lo que hemos querido decir con las dos preguntas; buscamos esa implicación y esperamos conseguirla tanto en el Parlamento como, el día 25 de octubre, con la celebración de la consulta", ha puntualizado.